viernes, 30 de julio de 2010

“Biografía Criolla (V de VI)-El cuento chino de Celeste “Peky” Cardozo”


Por Roque Domingo Graciano




f) “No fui la única en zafar de esa manera”



- Papá murió en un enfrentamiento entre guerrilleros y militares en la zona del monte Moreno[1] de la ciudad de La Plata. Hubo muchas bajas por ambos lados. Yo, que era una bebita de meses, estaba en una casa fortificada de la organización en la zona del enfrentamiento. Me pasaron por arriba de una tapia y reptando, a través de los techos, entre las balas y cohetes, me sacaron de la zona del combate y me entregaron al viejo Bravo (un colaborador de los montoneros) quien después de unos meses, me hizo llegar a mi familia paterna. No fui la única en zafar de esa manera mientras se desarrollaba el combate. En realidad, el único niño que quedó enganchado, aparentemente, fue Blanca Anahí aunque también me dijeron que a ella la rescató el padre quien tiempo después fue abatido en la zona norte de la ciudad de La Plata.

Durante el enfrentamiento, que duró varias horas, un grupo de guerrilleros, entre los que estaba papá, rompió el cerco, cruzó el monte Moreno y se internó en el Corralón Municipal[2], donde había un grupo de apoyo de montoneros que realizaba maniobras militares de distracción. Los compañeros de papá concretaron la huida, pero él, imprevistamente, le dice a un cuidador del lugar que se oculte, que lo van a matar; cruza la calle y se instala en la vereda de enfrente, ofreciendo con ese movimiento un blanco inequívoco para los milicos; atrajo sobre sí, todo el fuego de los militares. Por eso hablo de suicidio.

- Sí. Tengo otros indicios. Te cuento uno. Pocos días antes de ese enfrentamiento papá tomó un micro 518 en Gonnet. Era una noche fría y húmeda y el micro estaba casi vacío, 3 ó 4 pasajeros. Cuando fue a bajar en calle 7 y 520, en el último asiento, estaba sentado Tony, un ladero del entrerriano Adolfo (“guitarrero, diletante y mujeriego”), quien actuando indisciplinada e inorgánicamente no sólo lo saludó sino que se bajó del micro y se puso a charlar con papá[3]. “‘El Buda’ era un abatimiento total. Me contó las relaciones paralelas de Elvira; su decepción hacia la conducción de ‘montoneros’; se encogió de hombros y terminó diciendo:- ‘Salváte vos, yo estoy en una zanja con el barro hasta las bolas’. Y se hundió en la llovizna de la noche hacia un combate sin posibilidades.”

En sus manos llevaba una bolsita con pañales y en sus brazos, una bebita de meses: era yo.

- Bueno, este colaborador de montoneros (el viejo Bravo) me pasó a otra familia de Ringuelet y ésta a otra de Berisso. Anduve con familias sustitutas como 8 meses, siempre en forma ilegal, clandestina, hasta que me entregaron, también ilegalmente a mi tío, el Facha Cardozo, quien tenía pareja pero no hijos. Nunca tuvo hijos biológicos. Dado que el Facha y yo tenemos el mismo apellido, pudieron criarme como hija de ellos. Para todos fui Peky Cardozo, hija del Facha y de Juana.



[1] Monte Moreno se denominaba a la manzana deshabitada comprendida entre las calles 29 - 30 y 57 – 58 de la ciudad de La Plata. El término “monte” se debía a la espesa vegetación de árboles, arbustos y malezas que la cubrían. (El Ordenador)

[2] Alude, probablemente, a las instalaciones existentes, por ese entonces, en la manzana comprendida entre las calle 29 – 30 y 58 - 59. El predio servía como depósito de máquinas, vehículos y material de la Municipalidad de la ciudad de La Plata. Era agreste, sucio, con malezas y alimañas. (El Ordenador)

[3] Los guerrilleros no sólo no dialogaban entre sí, en la vía pública, sino que tampoco se saludaban para que los militares que observaban no establecieran relaciones. Tampoco saludaban a conocidos y/o amigos no guerrilleros para no comprometerlos. (El Ordenador)


sábado, 24 de julio de 2010

“Biografía Criolla (V de VI)-El cuento chino de Celeste “Peky” Cardozo”





Por Roque Domingo Graciano





e) “Un par de medias celestes”


- Federico Bird Climber fue una pieza importante dentro de la estructura policial bonaerense, sobre todo dentro del núcleo que la conducía, que estaba constituido por un centenar de funcionarios.

Esto lo supe cuando investigué la vida de mis padres si bien a Federico lo conocía por los periódicos y la televisión a raíz del asesinato de su ex mujer, la traductora Ailín C. Bowles.

- Yo era chica pero fue un crimen que convulsionó el barrio y hasta los más pequeños lo comentábamos. Fue un crimen con suspenso, con debate, con idas y vueltas, con versiones. Básicamente eso, versiones, versiones y más versiones. Los vecinos tenían la sensación de estar viendo una película y opinaban acaloradamente sobre el asesino o los asesinos. Sobre dónde y cómo la asesinaron. Discutían en la mesa. Antes de comer, después de comer; mientras miraban el informativo de la tele o tomaban mate. Las vecinas se llamaban a la mañana o a la tarde para comentarse el último rumor. Personas que jamás habían comprado un diario, lo adquirían todos los días y lo leían antes de irse a trabajar.

En ese sentido, creo que el periodismo aprovechó un clima nuevo, de libertad y disenso para hacer una buena diferencia, para facturar.

Sola, o con un grupo de chicos y chicas, iba todas las tardes al kiosco de diarios y revistas de 60 y 137 para ver las tapas de las revistas donde aparecía ella: rubia, culta, rica y seductora. Federico no desentonaba. Entre las “creciditas”, tenía su hinchada.

Los vecinos del barrio compraban las revistas de actualidad que trataban el caso de “La traductora asesinada”. Se compraban todas y todas circulaban de casa en casa y de habitante en habitante.

A nosotros nos impactaban las fotos de ella. No parecía una traductora sino una actriz de cine. La mayoría de las fotos estaban tomadas en exteriores. Predominaba el verde y las rosas. Las rosas blancas, rojas y matizadas eran recurrentes en las fotografías.

Había fotos donde ella estaba embarazada. Esas nos cautivaban. También, había fotos donde estaban sus hijos pequeños. Eran rubios, hermosos como ella.

En algunas fotos, aparecía disfrazada. En varias, estaba disfrazada de odalisca y Federico de “Gran Turco”. En otra, estaba disfrazada de compadrito con un cigarro en la oreja.

- Sí. Denotaba que era una gente que llevaba una intensa vida social y “fotográfica”.

En este momento, ahora, cuando estoy charlando con vos, se me ocurren dos reflexiones. Primero: la totalidad de las fotos mostraban un primer plano donde ella reinaba; a lo sumo, acompañada por Federico o alguno de sus hijos. No recuerdo ninguna foto que abarcara a los “otros” concurrentes a esas reuniones sociales. Es como si las fotos mostraran y, simultáneamente, ocultaran. La mostraban a ella y ocultaban a quienes la rodeaban. Todo un interrogante.

La otra reflexión es una pregunta. ¿De dónde sacó el periodismo más de un centenar de fotos tomadas a lo largo de varios años?

Es consistente que los medios de comunicación tengan un abultado archivo fotográfico de una actriz, deportista, política o modelo. Pero Ailín C. Bowles no era una imagen pública hasta su muerte. Se puede conjeturar que alguien proveyó de ese material al periodismo. Me llama la atención que ese material no “denuncie” a los otros, a quienes la rodeaban. También es asombroso la cantidad de fotografías para una persona no pública. Como si alguien quisiera ir testimoniando, a través de las fotografías, un relato cuyo final sería la difusión masiva de esas imágenes.

Toda una pregunta para un crimen que nunca fue develado.

- Lo que es la mente humana. Te hablé de varias fotografías pero no te hablé de la que más me impactó. Es una imagen que me obsesionó durante años y que volvió a irrumpir con fuerza en mi alma cuando supe la relación que Federico había tenido con mis padres.

Una imagen macabra: el cadáver de Ailín acostado sobre una camilla con un par de medias celeste, un camisón y una bata. La toma había sido realizada desde abajo y con las piernas semiabiertas en primer plano. En la nota al pie, se explicaba que había sufrido más de 20 puñalada en los genitales[1]. Cuando lo pienso, siento escozor en mi vagina, como si estuviera por ser agredida.



[1]

LA TRADUCTORA ASESINADA

Los Bird Climber fueron dejados en libertad

En medio de un despliegue periodístico propio de acontecimientos deportivos, políticos o artísticos, fueron dejados en libertad Federico Bird Climber, su hermano Esteban y la madre de ambos. Cumplieron más de un año de prisión preventiva en el penal de Batán y en la cárcel de mujeres de Olmos.

La libertad fue resuelta por considerar el fiscal de la Cámara de Apelaciones en lo criminal, doctor Raimonditti, la no existencia de “plena prueba” para justificar la prisión preventiva.

El sobreseimiento provisorio también alcanza a Oscar Lafourcade, quien se hallaba en libertad bajo fianza real.

Fuentes allegadas a la fiscalía no disimularon su malestar con la investigación policial. Precisaron que cuando el cadáver de la bella traductora fue encontrado en un descampado de la ruta 22, los efectivos policiales actuantes no preservaron el perímetro. Tampoco realizaron una descripción pormenorizada y completa de lo que la víctima llevaba puesto, en el acta de inspección ocular y secuestro. Un detalle, como las medias de la mujer asesinada, pudo haber resuelto el crimen, según los informantes. En el acta, no se detallaba con precisión cómo, de qué tela ni de qué color eran. La omisión impidió que la fiscalía profundizara una línea de investigación que surgió a partir de las pruebas químicas de dicha prenda.

Pág. 40 y 41 –– Crónica – Jueves 19 de septiembre de 1985 – La Plata – Argentina.


“Biografía Criolla (V de VI)-El cuento chino de Celeste “Peky” Cardozo”





Por Roque Domingo Graciano




d) “era subcomandante de la columna oeste de montoneros”


- En un viaje de mochileros al sur, con epicentro en Bariloche, mi viejo consolidó la relación con Elvira, mi madre, que ya se había recibido y era un cuadro fundador de las F.A.R.[1]. Si bien mi madre se recibió con los mejores promedios nunca ejerció la profesión tiempo completo. Tuvo algunos trabajitos, para disimular su militancia guerrillera. Desde antes de recibirse, fue una guerrillera profesional. Cuando murió era subcomandante de la columna oeste de montoneros. Tenía 200 guerrilleros bajo sus órdenes, 50 departamentos o casas que servían para el funcionamiento de la organización, “cárceles del pueblo” y fábricas que servían de apoyo a la organización. Entre otras, una fábrica de amortiguadores y suspensión para autos que en realidad fabricaba carcasas para las granadas y que cuando los militares la allanaron, los 12 guerrilleros que trabajaban en esa fábrica, se retiraron sin sufrir pérdidas ni bajas. Te cierro con esto: manejaba una caja chica de 5 millones de dólares.

- Mamá se suicidó con cianuro. Tuvo que asistir a una cita, en el `centro´, que por sus características le impedían ir armada. No obstante, tenía subalternos en las cercanías que la custodiaban. En un momento dado, ve a Federico y simultáneamente, uno de sus subordinados le informa que están cercados. Todo sucedió en 20 segundos; ella tuvo tiempo de tomarse la pastilla de cianuro. Los militares la subieron a un auto e intentaron que vomitara pero era tarde. Veinte cuadras más allá, la tiraron muerta en una vereda.

Por ese entonces, principio del año 1976, mamá tenía una relación paralela con otro jefe guerrillero, lo que le molestaba bastante a mi viejo. No se la bancó y eso lo precipitó a la muerte.

- En el año 1976, papá estaba recibido aunque nunca ejerció su profesión. La organización lo mandó a trabajar como guardabarreras en el entonces ferrocarril Roca; trabajaba en el paso a nivel del Hospital Naval, en el barrio del Dique de Ensenada. Llegaba todas las mañanas en una bicicleta celeste, con cubiertas rosadas. Era muy obediente y disciplinado.

- A mí nunca me abandonó; me tenía un cariño entrañable. Mamá también, si bien ella tenía otras responsabilidades.



[1] Las F.A.R. : sigla de las autodenominadas fuerzas armadas revolucionarias. Según versiones de la época, este grupo guerrillero nació como una columna de apoyo a la guerrilla del Che Guevara en Bolivia. Cuando Ernesto Guevara murió y sus hombres fueron derrotados, la columna de apoyo se erigió como una organización autónoma. (El Ordenador)


lunes, 19 de julio de 2010

“Biografía Criolla (V de VI)-El cuento chino de Celeste “Peky” Cardozo”




Por Roque Domingo Graciano




c)“Tener plata es mejor que no tener plata”[1]


- Años después, mi bisabuelo se casó con una hija de genoveses e instaló en la zona de Necochea una casa de maquinarias e implementos agrícolas. “Me dejaba más tiempo para leer que el trabajo de mecánico.”

- Mi abuelo, el hijo de Roberto Ireneo Cardozo, vio el negocio en los muertos e instaló una funeraria. Toda una historia, a dos puntas.

- Papá comenzó a fumar siendo púber. Fumaba Colorados, sin filtro. Hasta su muerte fue un gran fumador, dos atados por día, 40 cigarrillos rubios. Del abuelo barbudo (Ireneo), heredó el ateísmo y la vocación por la lectura. En las tardes de sol y viento, se refugiaba en El Pinar con un libro y un atado de cigarrillos. Su costumbre por la lectura, su miopía precoz, su voz fina (le decían Azucena Maizani) y su sobre peso lo diferenciaban y alejaban de sus compañeros del secundario en Necochea.

En La Plata, en cambio, supo congregar un grupo importante y activo de compañeros en torno a su figura. Desarrolló un importante quehacer en la política estudiantil. Creó agrupaciones de izquierda no comunistas, aunque en las trenzas electorales solía aliarse a los comunistas. Organizaba exhibición de películas y editaba revistas literarias y de discusión doctrinaria. Asimismo, publicaba artículos en revistas partidarias como “colaborador extra-partidario”. En la política universitaria, emergió como una figura de diálogo, moderada.

- Su vuelco a la guerrilla estuvo íntimamente vinculado a su casamiento con mi madre, Elvira. Ella lo llevó, en primer lugar, a la guerrilla y hacia el final, al suicidio, aunque la que efectivamente se suicidó fue ella, Elvira, mi madre biológica.

- Papá amaba la literatura, leía en español, francés e inglés. Si bien no se decía comunista, era marxista y en esa dirección, atento a las corrientes estéticas de la época, se entusiasmaba con el “realismo literario”: Payró, Cambaceres. Si sus preferencias eran el llamado realismo literario, sus antipatías eran la literatura fantástica. Jamás leyó a Borges en español. Lo leyó, fragmentariamente, como práctica de sus estudios de francés. ¡Borges traducido!

- Es falso que papá haya utilizado su paso por la colimba para prepararse militarmente. Hizo la colimba en el sur, en el cerro Bayo, en un destacamento aislado entre las montañas que recibía víveres cada 15 días. Eran cuatro soldaditos muertos de frío y hambre. Con un puñado de municiones y un fusil máuser de la guerra del 14. El recuento de municiones era estricto. Los compañeros de papá eran de otro nivel cultural y de otra dimensión espiritual. Se sintió solo; muy, muy solo. Añoró Necochea y sobre todo La Plata donde había encontrado “su rama”. Coincidió, asimismo, con una crisis que había tenido en su relación con la familia, particularmente con su hermano.

Cuando volvió a La Plata, abrazó y besó eufórico a todos sus compañeros, especialmente, a los del grupo inicial aunque la gran mayoría estaba en dispersión: noviazgos fuertes, matrimonios, trabajos. Muchos se habían recibido y estaban dejando La Plata. Catorce meses en el ambiente universitario, cuando se transita el penúltimo año de la carrera, es mucho tiempo. Puso un kiosco en calle 8 y, por ese entonces, armó pareja con la Gurisa Martínez. Fue la primera pareja en su vida, como pareja con cierta permanencia, la que al final lo pateó.

- Últimamente, es (o fue) alta funcionaria del gobierno, donde llegó abrazada de los residuos de las tres a[2].

- Papá sufrió mucho por la Gurisa Martínez y se volvió más ensimismado y reconcentrado de lo que era habitualmente.



[1] Labuela. (El Ordenador)

[2] O triple a, denominación de la asociación argentina anticomunista. Organización armada fundada por José López Rega (Ministro de J. D. Perón y de Estela Martínez de Perón, Isabel.). Se le atribuyen numerosos crímenes de militantes políticos. Comenzó su accionar atentando contra el senador Solari Irigoyen, según versiones. Se disolvió con el alejamiento de su líder del gobierno y del país, primer trimestre de 1976 (El Ordenador).

viernes, 9 de julio de 2010

“Biografía Criolla (V de VI)-El cuento chino de Celeste “Peky” Cardozo”





Por Roque Domingo Graciano





b)“No te apurés. Hacé banco, hacé banco. Desde el banco, se aprende (1)


- Llegó al puerto de Buenos Aires en un mal momento. Había mucha resistencia contra los inmigrantes de origen eslavo porque eran acusados de causar una epidemia; pasó muchos días en el barco sin poder desembarcar. Sólo desembarcaron los pasajeros de primera clase, no los inmigrantes. Los víveres se agotaron y las privaciones se agudizaron. Si bien eran varones y mujeres curtidos, acostumbrados al sacrificio sin límite, hubo varias muertes. A los 10 días, aproximadamente, el barco salió del estuario del Río de la Plata y se dirigió al sur. Los inmigrantes suspiraron aliviados porque se rumoreaba que los iban a devolver a Brasil o retornar a Europa. Una noche, subrepticiamente, los bajaron en un puerto que, tiempo después, supo que estaba al “sur” de Mar del Plata. Lloviznaba y el viento del “sur” calaba los huesos. El bisabuelo se sentía contento; tenía la certidumbre de que en ese clima estaban sus hermanos. “Acá sí. No lejos de acá deben de estar.” Desde el precario puerto, en carretas los llevaron hasta Mar del Sur donde había un nuevo asentamiento de rusos judíos. Allí, se afincó trabajando para otros inmigrantes. Poco a poco, fue aprendiendo el español y mejorando su inglés. Una tarde, un mecánico de la zona le propuso que trabajara con él. Aceptó y se instaló en Mechongué, donde no sólo aprendió el oficio que le permitiría hacer una pequeña fortuna, sino que adquirió su nuevo nombre y apellido. “Vamos a conversar con el comisario a ver si te legalizamos, si no tenés papeles nunca vas poder tener nada a tu nombre.” El mecánico habló con el comisario quien miró al “polaquito” con dureza un largo rato. “Parece trabajador y curtido.” “Así lo es, señor.” “Pasá a fin de mes, cuando vengas a reparar la trilladora, voy a ver si ya te tengo los papeles.” A fin de mes, mientras hacían el mantenimiento de la trilladora en la chacra del comisario, se acercó el funcionario con unos papeles en la mano. “Tomá, a partir de ahora te llamás Roberto Ireneo Cardozo. Naciste por aquí, nomás. De lo anterior, ¡olvidáte! Cualquier cosa, que hablen conmigo.”

Con el aval del comisario y del mecánico García (“¿Vos te creés que mi apellido es García? En este país, hasta la luna es cuento chino.”) el nuevo Roberto Ireneo Cardozo tomó vuelo. Mensualmente, viajaba a Mar del Plata a comprar repuestos para las maquinarias agrícolas. Por los mismos motivos, visitaba Balcarce y Tandil. Un día, un agricultor de la zona lo contrató para que trajera una maquinaria que estaba depositada en Puerto Madero. Conoció Buenos Aires “desde otro lado”. No estaba en el barco sino que llegó de tierra adentro. No era el “polaquito” indocumentado sino Roberto Ireneo Cardozo, argentino, nacido en Mechongué, hijo de dos criollazos oriundos de Chivilcoy. Visto así, con casi 20 años y plata en el bolsillo, Argentina era un paraíso y aunque habitualmente le dijeran: “‘Rusito’, ¿no viste donde fue el capataz?”, se fue sintiendo cada vez más argentino.

Circunstancias de la vida lo sometieron a una prueba definitiva. Un mediodía, en Mar del Plata, entró en una casa de fotografías para hacerse unas fotos documento. La casa se llamaba Fotos David. Se tomó las fotos y pagó la seña. Todo normal. Cuando iba a retirarse, el fotógrafo le habló en letón y lo invitó a charlar, siempre en letón. También, el fotógrafo era del golfo de Riga y tenía una historia parecida. Él también había llegado a América buscando a sus hermanos que estaban en América pero en América del Norte, en el otro extremo. Se ofreció para ubicar a los hermanos de mi bisabuelo, le ofreció direcciones a donde escribir. Mi bisabuelo aceptó con la íntima certidumbre de que nunca escribiría. Cuando regresaba a Las Toscas, comprendió que verdaderamente era Roberto Ireneo Cardozo, que se había hecho a sí mismo y que nunca podría dejar la tierra negra y feraz de la pampa. “Aquí, no puede haber hambre.” Lloviznaba y la sudestada castigaba la chata que peludeaba en los caminos de barro.



[1] El Labuelo (El Ordenador)


domingo, 4 de julio de 2010

“Biografía Criolla (V de VI)-El cuento chino de Celeste “Peky” Cardozo”



Por Roque Domingo Graciano


a) “En este país, hasta la luna es cuento chino”



- Papá nació en Necochea en el seno de una familia de clase media que se dedicaba al comercio de la muerte. Estudió en una escuela pública de provincia y el secundario lo hizo en el Colegio Nacional de aquella ciudad.

Era tímido, retraído y sus compañeros le hacían objeto de bromas, a veces, pesadas. Cuando estaba en segundo grado, en una clase, la maestra les hablaba sobre el budismo, mientras exhibía algunas ilustraciones sobre el tema; entre otras imágenes estaba la de un Buda. El chistoso del grado (que estaba sentado en el primer banco, en penitencia) se dio vuelta y señalándolo a papá con el dedo, le dijo “Buda”. Mi padre que era colorado, miope y tímido se puso colorado como un tomate maduro y el salón entero estalló en carcajadas. Ése fue su segundo y definitivo bautismo; hasta su muerte, se lo conoció como “el Buda Cardozo”. Los informes oficiales que consignaron su muerte dicen “el Buda Cardozo”.

- En su formación doctrinaria influyó, fuertemente, mi bisabuelo, el abuelo paterno de papá, un gringo con algunas lecturas, barba larga y mucha arterosclerosis.

- Mi familia paterna es de origen eslavo. Habitaron en la zona del golfo de Riga aunque no eran letones. Por enfrentamientos entre grupos étnico–religiosos, el padre y la madre de mi bisabuelo “desaparecieron” (primero, presos, posteriormente deportados y finalmente asesinados) y al frente de la casa de once hermanos quedó la hermana mayor de mi bisabuelo. En ese entonces, mi bisabuelo (el último hijo del matrimonio desaparecido) era un bebé. Con el paso de los años, los hermanos mayores viajaron a Estados Unidos y Canadá. Algunos llegaron, otros se quebraron en el intento.

Al cumplir 10 años, mi bisabuelo vivía solo con su hermana mayor quien había sido, en la práctica, su madre. Ella estaba muy enferma y, al prever su cercana muerte, logró que un religioso (pariente de un pariente) llevara a mi bisabuelo a trabajar para una empresa tabacalera en Liverpool con el propósito de que, desde Inglaterra, pasara a América. De tal suerte, a los 12 años, trabajaba en el puerto de Liverpool y tiempo después, logró embarcarse hacia América.

Desembarcó en San Pablo (Brasil), no en los Estados Unidos o Canadá como era su pretensión. El exceso de conocimiento terminó de confundirlo.

Él sabía que sus hermanos vivían en una zona fría y con su rudimentario inglés logró transmitirlo. Entonces, alguien le dijo que ellos (los hermanos de mi bisabuelo) deberían vivir en Buenos Aires y se enganchó en un barco que iba a Buenos Aires, con lo que se separó todavía más de sus hermanos mayores, aunque él lo ignoraba.