miércoles, 14 de abril de 2010

Biografía Criolla (IV de VI) Las deliberaciones de Antonio "Pata" Beltrami



Por Roque Domingo Graciano




i) “Yo sí me acuerdo de la primera




- Como dijo Pugliese: “¿Qué me voy acordar de la primera, si no me acuerdo de la última.? ¡Qué sentido del humor que tenía ese viejo! ¡Un talento! Yo sí me acuerdo de la primera; puedo olvidarme de la última, no de la primera vez. Fue en un hotel del centro de Rosario. Tenía 15 años, próximo a cumplir 16. Con un amigo del club, Andrés Rugollotto, que tenía un hermano mayor que lo había guiado, llegamos una tarde a un hotel de calle San Martín. En el recibidor del hotel, le preguntamos por María Rosa a un tipo con cara de malo. “No se encuentra.” Respondió secamente. Volvimos 3 horas después y “la chica” nos atendió en el primer piso. Estas visitas se hicieron, con el tiempo, una rutina. Me terminé enamorando de María Rosa. Fantaseaba. Pensaba que ella era maestra, que el tipo de la entrada me perseguía, que la tenía sometida. Dinero que obtenía era para ella. La venta de los libros era para pagar sus servicios. Si alguna mujer me tuvo sometido, fue María Rosa. Me quería casar con ella. Hoy, te puedo decir que era una prostituta; ahora bien, para objetivar esa realidad pasaron muchos, muchos años. Me desenamoré de ella cuando transitaba mi segundo matrimonio.

Hoy la veo como una provinciana, una campesina, probablemente analfabeta; morocha con el pelo teñido de amarillo y las uñas pintadas de rojo, las axilas afeitadas, los ojos pintados. Una piba que en ese entonces tendría 3 ó 4 años más que yo: 18, 19 años.

- Un sexo clásico, totalmente: pene / vagina. Habitualmente, usaba preservativo, a veces, no. Una caricia furtiva, una breve charla y “andáte que puede venir Juan Carlos.” Juan Carlos era el portero del hotel. Pensar que no me daba cuenta de que todo era un negocio que involucraba a Juan Carlos, al dueño del hotel, a la taquería y a muchos más. El único inocente de ese circo era yo ¡y lo fui por muchos años!

- Desde mi llegada a África y la ruptura de mi último matrimonio, sólo he mantenido relaciones sexuales con prostitutas. No he formado pareja estable y en una sola oportunidad tuve un sexo fugaz con una “no prostituta”; fue en Pretoria, con una sudafricana caucásica.

- Ya no tengo 15 años; he vivido, he sufrido y he visto sufrir mucho, mucho. Lo mío, hoy, es una elección. Te advierto que las prostitutas que contrato hoy, están lejos, muy lejos de María Rosa. Son prostitutas de lujo. Ellas también eligieron, eligieron vivir “up grade”.



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