lunes, 13 de septiembre de 2010

“Biografía Criolla (V de VI)-El cuento chino de Celeste “Peky” Cardozo”






Por Roque Domingo Graciano





l)“Tuve dificultades para el aprendizaje escolar”




- La casa del Facha y Juana está en calle 139 casi 60, en Los Hornos. Es un chalet de tejas coloniales, con una arcada; dormitorio y baño hacia la izquierda; living-comedor, cocina-lavadero, entrando a la derecha. Al principio, yo dormía en un sofá-cama en el living-comedor; después, a continuación del dormitorio de ellos, hicieron un dormitorio para mí con acceso al pasillo y al baño. Detrás de mi dormitorio, sin comunicación con el resto de la casa, edificaron un depósito donde se guardaban porquerías. Los pisos son de granito y las aberturas de cedro. A mí, me impacta como una construcción sólida. Sin lujo pero buena. Las paredes son de 30 centímetros. Al costado de la casa, abarcándola en su totalidad hay un patio de calcáreo con una enredadera de lúpulo, enmarcado por canteros. Debajo de esa enredadera, el Facha se distendía con una cerveza y un pitillo. En verano, el patio se transformaba en una plaza pública; a las 18 horas, se reunían no menos de 15 amigos que conversaban, fumaban, bebían, probaban equipos de audio y otras actividades afines. Los músicos y artesanos eran mayoría; también había atletas, pesistas, boxeadores y caripelas varias.

- Para las tareas hogareñas estábamos organizados. Juana era la encargada de todo lo relacionado con la cocina. Yo, de los dormitorios con lavado de sábanas y todo. El Facha, de todo lo demás: baño, living-comedor, patio, arcada, vereda, depósito.

- La escuela primaria y secundaria la hice en una institución católica del barrio, San Benjamín. En la primaria, varones y mujeres usábamos delantales blancos. En el secundario, las mujeres usábamos delantales blancos con polleras escocesas tableadas, debajo. Los varones: blazer azul, pantalón gris y mocasines.

Las mujeres teníamos prohibido el uso de pantalones. Pollera y medias tres cuarto con mocasines “sin” taquitos. Para gimnasia, usábamos zapatillas, medias de algodón, pollera pantalón (una pollera con 2 piernas), camisa blanca y buzo. Si hacía frío, podíamos usar campera de algodón o de otro material; siempre en color azul.

- Tuve dificultades para el aprendizaje escolar; tanto en el primario como en el secundario asistí diariamente a una “preparadora” del barrio, en calle 60. La “preparadora” había acondicionado un garaje de su casa como aula; era una suerte de escuela en pequeño con campana, recreo y merienda. La “preparadora” manejaba con idoneidad el discurso de mi escuela, el San Benjamín. Conocía “al toque” los ejercicios y habilidades que exigían los docentes. Preparaba hasta en inglés, aunque creo que no sabía inglés; no obstante, conocía al dedillo las lecciones que dábamos en el San Benjamín, las preguntas y las palabras en que observarían especialmente la fonética.

Prepararse con ella era una garantía de aprobación, aunque una vez le llevé una canción en inglés y no supo traducirla. ¡Era una boludez! Un amigo del Facha la tradujo en un periquete.

- Tengo entendido que era maestra y había iniciado estudios en periodismo, derecho e historia, sin concluir ninguno. Cuando la conocí, estaba organizada en ese digno emprendimiento que le dejaba sus pesitos.

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