Por Roque Domingo Graciano>
j) La gloria o Devoto
- Cuando ocurrió el crimen, yo estaba en plena mudanza de
- Personalmente, nunca lo traté a Federico, si bien lo teníamos minuciosamente estudiado. Se sabía que era oficial de policía y que trabajaba en la jefatura con los altos jerarcas policiales. Nunca se lo vio con uniforme ni se tomó conocimiento de que actuara en algún procedimiento. Me inclino a pensar que estaba en algún trabajo de coordinación, planificación o inteligencia. Incluso, manejaba contactos personales con cierta autonomía. De hecho, el Buda tenía relación con él.
- Estaba en el corazón, en las entrañas de la violencia, de la mentira, de la trampa, de la traición, del negocio y del negociado de los años 70. Tenía background suficiente como para hacerla matar y quedar impune. Lo cual no significa que lo hiciera.
No hay que olvidarse que la vida es dinámica. Quien tuvo poder en el año 78 puede no tenerlo en el año 84.
- Exactamente, “La gloria o Devoto.” Somos un pueblo proteico. Lo que hoy aplaudimos, mañana puteamos. Federico no está exento de esta norma.
- A la doctora Vusettichi(1), jamás
Tranquilamente, pudo figurar en la agenda de Federico.
CRIMEN DE
Ignota declaración
Según afirmó uno de los abogados defensores de
La traductora asesinada realizó trabajos regularmente para el estudio de
Llama la atención, a observadores judiciales, que no haya trascendido hasta el momento la declaración en cuestión, porque, de corroborarse, se “caería” la hipótesis del secuestro que, según analistas imparciales, no tendría asidero legal.
Lacónico, el fiscal afirmó que
Pág. 28 y 29 – Crónica – Lunes 17 de noviembre de 1984 –
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